El rayo se emite a partir de una lente energética continua con carga positiva en el centro del mango. El rayo entonces crea un arco que da la vuelta hacia una apertura de flujo de alta energía cargada negativamente, normalmente instalada en un disco que también sirve de protección para la mano. La amplitud de energía emitida determina el punto donde le rayo se arquea de regreso al disco, fijando la longitud del filo